domingo, 30 de enero de 2011

una vez, una mañana


Un día sin sol, cuando hace falta la noche estrellada, Ratchus vio surgir un mostro en sus entrañas, lo quería matar pero no podía, porque para padre se sabe que debe existir amor incondicional y él lo tenía, a pesar que no quería.

Una mañana

Golpes galopan en el pecho
cuadriles se sientan en tu mesa
vinos se destapan en el corcho
botellas se revientan en el alma.

Silencio suena a la media noche
bosques de penumbra te encaran
hojas de papel se destacan
lágrimas en tus ojos se agotan.

Hojarascas de verano en tu boca
la piedra ignora la roca,
recordemos a aquella loca
que hoy ni en sueños te toca.

Mañana será diferente
un cielo de nubes sugerentes
descansará sobre tu mente
y morirás eternamente.

Mucha rima entrecortada
cigarro que se apaga
mañana
una vez mañana.

Palabras, sólo palabras
se decantan por naturaleza
vamos a ver si tu belleza
logran títulos en mis galgas.

Perros que me ladran
hocicos con comparsa
minutos de esperanza
mañanas sin palabras.

Grasa que no alcanza
momentos para la esperanza
iconos que se abrazan
y tu madre es templanza.

Mañana te cuento
como dormí la noche
si no suena un buen viento
es seguro que por ti miento.

Borracho conspicuo
galardonado por hombres,
mejor es con mujeres
si el galardón es prematuro.

Mañana te cuento
como fue en Juliaca
pasé dos temporadas
en los algodones de la mañana.

Hoy escribo entre polvo y meridianas
sucio ha quedado mi jardín de buenos días
mala yerba que hoy me da alegría
mientras el fango confabula
desde las entrañas.

Mañana te cuento
como un ataque de hipo
se safó de mi maraña
y se ha convertido en mi guadaña.

Moriré en paz
con los amigos de verdad
extrañando mi cuerpo
por el de que vendrá.

Termino mi oración
para que tú no me extrañes
porque por devoción
yo no existo ni en tu canción.

Una mañana del día siguiente será
entre olas de mar abierto
tú me has de recordar
porque nunca te dije lo que yo siento.
Ratchus

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