lunes, 13 de octubre de 2008

AQUELLAS FAENAS


Recuerdo lejanas aquellas faenas de domingo después del almuerzo hasta el anochecer o aquellas otras faenas de noches de viernes hasta el amanecer. Imagino ahora la misma situación, el mismo momento, tus mismas intenciones luego de la decisión tomada y el vehículo rumbo a los Chorrillos; Hago mi discurso triunfal, bajo del auto, camino blandamente en espera de ese abrazo tierno muy tierno y pido que valga la pena y camino queriendo que valga la pena y luego el abrazo es tibio, los labios menos que eso y las intenciones solo son intenciones. No valió la pena. Cómo podía saberlo ahora cuando recuerdo aquellas faenas de tresal.



TRESAL

Trazos de piel
dibujan las sábanas
blancas en un principio
turbias después,
de faena cumplida
con la res en el piso
que exhausta
inhala
inhala
inhala
inhala
y respira aún
por la nuca
sombría
de aquella tarde larga,
de faena cumplida
con la nuez sobre el mortero
dolido
mortero
forzado
forzado
forzado
y estirado a romper
con oleajes y drenes
de tu sabor por los cuerpos
cayendo sin descanso,
de faena cumplida
con tu silencio agitado
sentido
y agitado
vencido
vencido
vencido
y vencidos
al amanecer.



-DamoS

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